Luego de un descanso en este apostolado, debido a compromisos adquiridos por las actividades de la Semana Santa en Guatemala, regresamos a nuestra misión de seguir propagando la sana doctrina católica. Lo de los pobres Franciscanos de la Inmaculada ya no tiene nombre.Ver aquí Dada nuestra lejanía y pequeñez para hacer algo por ellos, los encomendamos a Nuestra Señora, quien como Inmaculada Concepción triunfará, para que les de fuerza y los aliente en su misión de salvar almas. Publicamos la serie de ilustraciones de J. Klauber sobre la Litanie Lauretanae, para que pidiéndole a la Santísima Madre termine de una vez por todas con esta intervención despiadada y ridícula.
Sancta Maria, ora pro eis.
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