lunes, 22 de abril de 2013

Instrucción Religiosa ( III )

La Biblia y la Tradición divina.

   Todas las verdades de la religión cristiana están contenidas en la Biblia y en la Tradición divina.
   La Biblia o Sagrada Escritura, es la palabra de Dios escrita.
   Los libros de la Biblia son 72.
   El Espíritu Santo inspiró a los hombres que los escribieron.
   La Biblia se divide en Antiguo y Nuevo Testamento.
   El Antiguo Testamento comprende 45 libros escritos antes de la venida de N. S. Jesucristo.
   El Nuevo Testamento comprende 27 libros escritos después de la venida de N. S. Jesucristo.
   Tradición divina es la palabra de Dios no escrita en la Biblia.
   La religión primitiva pasó de padres a hijos por la Tradición divina.
   La Sagrada Escritura no dice qué libros han sido inspirados por Dios; sabemos cuáles son éstos sólo por la Tradición divina.
   Por esta razón, es tan importante la Tradición divina como la misma Sagrada Escritura.
   Jesucristo no escribió libro alguno, ni mandó a los Apóstoles escribir, sino predicar el Evangelio a toda criatura; y así lo practicaron.
   Los Evangelios y demás libros del Nuevo Testamento fueron escritos algunos años después que Jesucristo subió a los cielos, cuando los Apóstoles habían ya predicado el Evangelio en muchas partes.
   La depositaria de la Tradición divina es la Iglesia de Jesucristo.
   La Tradición divina y la autoridad de la Iglesia son necesarias para saber qué libros forman la Sagrada Escritura y cómo se deben interpretar.
   Sólo se pueden leer las Biblias aprobadas por la Santa Iglesia, las cuales van acompañadas de las correspondientes notas aclaratorias del texto.

El nombre de cristiano.

   Somos cristianos por la gracia de Dios.
   Ser cristiano es uno de los beneficios más grandes que el Señor nos ha dispensado; por lo cual debemos dar muchas gracias a Dios todos los días.
   La palabra “cristiano” viene de Cristo Nuestro Señor.
   Es cristiano todo el que ha recibido el verdadero bautismo de Jesucristo.
   Cristiano quiere decir hombre que está bautizado y profesa la fe y la ley de Jesucristo.
   La fe y la ley de Jesucristo son santas; por consiguiente, todos los que profesan de veras esta fe y esta ley, serán también virtuosos y santos.
   Hay cristianos verdaderos y cristianos falsos.
   Cristianos verdaderos son los que cumplen lo que manda la religión cristiana; cristianos falsos son los que no lo cumplen.

Doctrina cristiana.

   Para ser cristiano verdadero es necesario conocer y practicar la doctrina cristiana.
   Doctrina cristiana es la que enseñó Nuestro Señor Jesucristo.
   La primera y principal obligación de todo cristiano llegado al uso de razón, es aprender bien la doctrina cristiana.
   El cristiano que no practica  la doctrina de Jesucristo, no va al cielo; y para practicarla es necesario conocerla.
   No basta saber el catecismo de un modo rutinario; es necesario entenderlo.
   El catecismo nos enseña el camino del cielo.
   Las demás ciencias nos enseñan los conocimientos útiles para nuestro bienestar en la tierra.
   El estudio del catecismo es mucho más importante que el estudio de todas las otras ciencias.
   El cielo y la salvación del alma valen infinitamente más que la tierra y todos los bienes temporales.

fuente: Instrucción Religiosa Pbro. Galo Moret (1931)

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