Estos son extractos de una entrevista concedida por el cardenal alemán Walter Kasper a L´Obsservatore Romano, el pasado viernes.
En muchos lugares, [los padres conciliares] tenía que encontrar fórmulas de compromiso, en las cuales, a menudo, las posiciones de la mayoría están ubicadas justo al lado de las de la minoría, diseñadas para delimitarlas. Por lo tanto, los mismos textos conciliares tienen un enorme potencial de conflicto, abren la puerta a una recepción selectiva en cualquier dirección. (Cardenal Walter Kasper, L’Osservatore Romano, 12 de abril de 2013)-
Para la mayoría de los católicos, los desarrollos puestos en marcha por el Concillio son parte de la vida cotidiana de la Iglesia. Pero lo que están viviendo no es el gran nuevo comienzo ni la primavera de la Iglesia, que se esperaba en ese momento, sino más bien una Iglesia que tiene un aspecto invernal, y muestra claros signos de crisis.
Para aquellos que conocen la historia de los veinte concilios reconocidos como ecuménicos, esto [el estado de confusión] no será una sorpresa. Los tiempos post-conciliares eran casi siempre turbulentos. El Vaticano [segundo], sin embargo, es un caso especial.
¿El cardenal Kasper afirma las posiciones
de Michael Davies, Lefebvre y los tradicionalistas? Estos son tiempos extraños,
de hecho.
fuente: Tradición Digital
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