viernes, 19 de abril de 2013

Las Indulgencias

 
Todo pecado grave da origen, en quien lo comete, a una culpa y una pena. La culpa queda perdonada por el sacramento de la Confesión. Uno debe satisfacer la pena merecida, por el pecado cometido después del Bautismo. La indulgencia consiste en esto: Cuando alguien comete un pecado y se arrepiente y se confiesa, Dios le perdona la culpa, pero queda pendiente la pena. esta obligación que nos queda temporalmente puede eliminarse total o parcialmente mediante la práctica de la Indulgencia. Esta deuda temporalmente debemos expiarla en el tiempo, es decir, en este mundo o en el Purgatorio, puesto que nada manchado puede entrar en el Reino de los Cielos.
La Indulgencia es como una amnistía, cancelación de las penas que aún habría que pagar. Fuera de los méritos de Cristo no hay nada. Santo Tomás de Aquino dice: "los méritos superabundantes de Cristo y de los Santos son un bien común de toda la Iglesia. Ahora bien, lo que es bien común de la Iglesia se reparte entre cada uno de los miembros según la voluntad del que dirie la comunidad". Que en nuestro caso es el Papa. Él tiene las llaves para abrir el tesoro acumulado y repartirlo según las necesidades.
La Indulgencia se aplica a los vivos en manera de absolución y a los muertos en manera de sufragio. San Juan Crisóstomo en su Homilía 41 dice: "Las oraciones, los sacrificios y las intercesiones de los unos pueden obtener el perdón para los otros". Todo se hace por Cristo, en nombre de Cristo y por los méritos de Cristo.
Requisitos para ganar las Indulgencias: Querer la Indulgencia, Confesión (8 días antes o después del día en que se va a lucrar la Indulgencia),  Comunión, orar por las intenciones del Papa (Padrenuestro, Avemaría, Gloria), desapego al pecado (aún venial), visitar el lugar o hacer aquello a lo que se concedió la indulgencia.
En el Año de la Fe: todo lo anterior más el rezo del Credo en el lugar designado por cada obispo local para obtener la Indulgencia plenaria.
En año normal tembién se ganan indugencias con: Media hora ante Jesús Sacramentado, visita a los cementerios y oración por las ánimas del Purgatorio el 1 de noviembre, rezo del Rosario en familia o comunidad ante el sagrario, Rezo del Víacrucis los viernes de cuaresma, media hora de lectura y meditación de la Biblia, y cualquier disposición local vigente.



fuente: Breve catecismo Católico Bíblico y Apologético (2012)


 

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