En manos del Dios único y trino

Para iniciar este blog no puedo más que ponerme en manos de Aquel que nos creó, nos redimió y se quiso quedar con nosotros hasta el final de los días...

¡Oh Santísima y augustísima Trinidad, Dios uno en tres Personas!

 Creo que estás aquí presente. Te adoro con sentimientos

de la más profunda humildad, y te ofrezco de todo corazón,

los homenajes que son debidos a tu soberana majestad.

Amén